En España, este tipo de divorcio está regulado por la ley y ofrece numerosas ventajas tanto para los cónyuges con hijos como las cónyuges sin sus hijos.
PROCEDIMIENTO
El procedimiento para obtener un divorcio de mutuo acuerdo en España es relativamente sencillo.
En primer lugar, ambos cónyuges deben acudir a un abogado especializado en derecho de familia para redactar un convenio regulador en el que se establezcan las condiciones y los acuerdos sobre todas las cuestiones que van a regir a partir de ahora su relación, cuestiones como la custodia de los hijos, la pensión de alimentos, la distribución de los bienes compartidos, etc…
Una vez redactado el convenio, el abogado lo presenta ante el juez, quien se encargará de ratificarlo y dictar la sentencia de divorcio.
VENTAJAS
El divorcio de mutuo acuerdo ofrece numerosas ventajas en comparación con un divorcio contencioso.
En primer lugar, es un procedimiento más rápido, ya que no es necesario esperar a la celebración de un juicio. Además, es más económico, ya que se evitan los costes derivados de un largo proceso judicial.
Por otro lado, el divorcio de mutuo acuerdo permite a las parejas mantener una relación cordial, lo que es especialmente importante cuando hay hijos involucrados.
EFECTOS LEGALES
Una vez obtenida la sentencia de divorcio, ésta tiene los mismos efectos legales que un divorcio contencioso. Los cónyuges quedan legalmente separados y pueden volver a casarse si así lo desean.
Asimismo, los acuerdos establecidos en el convenio regulador deben cumplirse y pueden ser modificados en caso de circunstancias cambiantes.
En cuanto a los hijos, se establecen las medidas de custodia y manutención acordadas por los cónyuges, siempre velando por el interés superior de los menores.
CONCLUSIONES
El divorcio de mutuo acuerdo es una opción muy ventajosa en España para poner fin a un matrimonio de forma amistosa. Ofrece numerosas ventajas en términos de rapidez, costes y relaciones personales. Además, este tipo de divorcio garantiza, igual que otro tipo de divorcios, los derechos tanto de los cónyuges como de los hijos.
Siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado para garantizar que el proceso se lleve a cabo de manera adecuada y se protejan los intereses de todas las partes involucradas.